Si tienes un negocio 100% físico, como un restaurante, barbería o centro de estética, la LLC no es la única solución, sino una herramienta que debe COMPLEMENTAR tu SL. Esto te permitirá generar gastos y pagar menos impuestos en España al final del año.
Caso típico: Juan, dueño de una lavandería, factura y gana 1.000€ netos en abril desde su SL.
Teóricamente, Juan pagaría un % sobre los beneficios (Impuesto sobre beneficios), con un tipo general del 25%. Esto significa que 250€ van a Hacienda. Luego, retira 750€ a su persona física, que nuevamente tributan en su IRPF, digamos un 20%, resultando en 150€ para Hacienda. Aunque hay otros costes fijos (Cuota de Autónomos, gestoría), en este caso no hay mucho margen de maniobra. El resultado: Juan recibe “netos” de menos de 600€.
Con LLC: Juan factura 1.000€ netos desde su SL, pero esta vez tiene una LLC.
Genera un gasto de 1.000€ desde la LLC, etiquetado como “gestión web y redes sociales”. Juan paga 1.000€ de la SL a la LLC. A los ojos de Hacienda, la SL ha ganado 0€ ese mes. Se ahorra un 25% de impuestos de manera gratuita. Es verdad que esos 1.000€ luego tributarán en el IRPF, pero un 25% GRATIS no es nada despreciable.
Fin de la historia. Las cosas se vuelven increíblemente simples con una LLC.